Inés Redondo: “En el futuro me gustaría contribuir a la investigación logopédica en España”

Está entusiasmada con sus estudios en Logopedia (actualmente está en cuarto curso) y presume del profesorado y de la suerte de estudiar en Salamanca la titulación que le apasiona. Inés Redondo tiene claro que la formación que recibe es puntera y que la combinación de las clases teóricas con las prácticas en el Servicio Clínico de Logopedia le va a permitir obtener la experiencia necesaria que exige el mercado laboral. Aficionada a la música, al canto y a sus mascotas, Inés está exprimiendo al máximo su cuarto curso del Grado y espera, en un futuro no muy lejano, ofrecer la mejor atención posible a los pacientes y contribuir a la investigación de esta disciplina en España.

Pregunta (P): ¿Por qué decidiste estudiar Logopedia en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA)?

Respuesta (R): Hace cuatro años, cuando decidí estudiar Logopedia, estaba cursando el penúltimo curso en la especialidad de Canto en el Conservatorio Profesional de Música de Salamanca y, a través de esos estudios, descubrí lo que era la Logopedia. Comencé a investigar sobre la profesión y, casualmente, ese mismo verano, conocí en un curso de canto a una logopeda que se había formado en la UPSA y que me habló maravillas de la Facultad, sus profesores y del Servicio Clínico. Al ser de Salamanca, ya conocía el gran prestigio del Servicio, lo cual era otra garantía de la calidad de la formación que iba a recibir.

 

(P): ¿Qué aspectos valoras más de tu formación en la UPSA?

(R): Lo que más valoro es la oportunidad de combinar la formación teórica con la práctica real de la profesión gracias al Servicio Clínico y a un cuerpo de profesores en contacto permanente con pacientes.

 

 

(P): En el Grado en Logopedia tenéis una parte muy importante de horas prácticas, ¿cómo está siendo tu experiencia con el ámbito real de la profesión?

(R): Este verano he tenido mi primera experiencia profesional gracias a un convenio de la Universidad con un centro externo. Ha sido muy enriquecedora y gratificante porque descubrí cuánto puede la logopedia ayudar a las personas con diferentes trastornos del lenguaje, del habla, de la voz o de la audición.

 

(P): ¿Hacia dónde van, según tu punto de vista, las nuevas tendencias asistenciales?, ¿en qué aspectos puede mejorar la profesión?

(R): Cada vez son más los centros con equipos multidisciplinares que proporcionan la mejor atención posible a los pacientes. Según mi punto de vista, es en esta dirección en la que debe desarrollarse la profesión. Los logopedas deben trabajar junto a otorrinos, neurólogos, psicólogos, neuropsicólogos, fisioterapeutas, pedagogos, etc., para cubrir todas las necesidades de las personas que acuden a buscar tratamiento logopédico y cumplir así con el objetivo principal de todos los profesionales de la salud: mejorar o mantener al máximo posible la calidad de vida de los pacientes.

 

(P): ¿Cuáles son tus proyectos de futuro?

(R): Al concluir el grado, mi objetivo es incorporarme a la vida laboral para adquirir experiencia y, al mismo tiempo, seguiré formándome para, en el futuro, poder contribuir también a la investigación logopédica en España.